jueves, 16 de marzo de 2017

MITOS Y REALIDADES SOBRE EL TABACO

1. "Fumar es un hábito, se puede dejar cuando se desee".

Cuando inhalas el humo de tabaco, tanto de manera activa como pasiva, la nicotina que contiene es transportada por partículas de humo hasta el interior de los pulmones, dónde es absorbida por la circulación sanguínea y pasa rápidamente al tejido cerebral, dónde se une a los receptores nAChRs.
La estimulación de nAChRs centrales por la nicotina da lugar a la liberación de una variedad de neurotransmisores en el cerebro, sobre todo la dopamina. La liberación de dopamina proporciona una experiencia placentera y es fundamental para los efectos de refuerzo de la nicotina y otras drogas de abuso.

Cuando se deja de fumar los niveles de nicotina disminuyen, así como la recompensa cerebral que ésta produce, siendo este hecho un componente esencial de la adicción a la nicotina y una barrera clave para la abstinencia.
Por tanto, fumar no sólo es una costumbre, sino que produce una serie de cambios a nivel cerebral que condicionan su adicción.


2. “No es necesario tratamiento para dejar de fumar, con la voluntad es suficiente”.

El 70% de los fumadores quieren dejar de serlo, aunque sólo el 10% de los que lo intentan lo consiguen cada año, dependiendo de la intensidad de la dependencia nicotínica. De los fumadores que intentan dejarlo, el 25% sólo aguanta un día sin fumar; el 40% entre dos y siete días y sólo un 12% supera los tres meses.  Si una persona deja el tabaco y recae, no empieza de cero, sino que siempre volverá a ser adicto al mismo nivel que lo era antes.


3. “Fumar poco no hace daño, el cuerpo lo tolera bien”.

El cuerpo humano no tiene mecanismos que toleren o eliminen las sustancias que aporta el humo de tabaco. Los fumadores ocasionales suelen tener menor dependencia nicotínica, pero los compuestos del humo del tabaco son igualmente perjudiciales desde el primer cigarrillo. La combustión del tabaco origina un tipo de humo que contiene más de 4.000 sustancias químicas. De ellas, más de 50 son carcinógenas.



4. “Fumar tabaco bajo en nicotina y /o light es menos perjudicial”.

Muchos fumadores eligen los llamados cigarrillos bajos en alquitrán, ligeros, light o ultra-light porque piensan que dichos cigarrillos les exponen a menos alquitrán y son menos perjudiciales para su salud que los cigarrillos regulares o de sabor pleno. Sin embargo, los cigarrillos light no son más seguros que los cigarrillos normales. La exposición al alquitrán por fumar un cigarrillo light puede ser tan alta como la exposición por fumar cigarrillos regulares si el fumador toma bocanadas prolongadas, profundas o frecuentes. 

Las personas que fuman cualquier tipo de cigarrillos presentan riesgo mucho mayor de cáncer de pulmón que quienes no fuman.  


5. “Fumar es relajante”.

La nicotina tiene unos efectos físicos inmediatos totalmente contrarios a la relajación: provoca irritación y sensación de ardor en la boca y la garganta, aumento de la salivación, náuseas, dolor abdominal, vómitos y diarrea. Efectos inmediatos predominantes, como se observa en estudios con animales y en seres humanos, consisten en aumento de la frecuencia del pulso y la presión arterial. La nicotina también causa un aumento en los ácidos grasos libres de plasma, hiperglucemia y un aumento en el nivel de catecolaminas en la sangre. 
Existe una disminución del flujo sanguíneo coronario pero un aumento del flujo sanguíneo del músculo esquelético. También aumenta la viscosidad de la sangre y de la frecuencia respiratoria.

La sensación relajante que experimentan los fumadores se debe a que calman el craving ("ansia"), dada la dependencia que tienen a la nicotina. Ello refleja el nivel de adicción que provoca.


6. “Si se hace deporte se eliminan las toxinas del tabaco”.

Las toxinas del tabaco no se eliminan del cuerpo, aunque se practique ejercicio físico. No obstante, se postula que existe una fuerte evidencia de que un episodio agudo de ejercicio reduce los antojos de cigarrillos y los síntomas de abstinencia del tabaco, aunque puede haber algunas diferencias en la magnitud de este efecto para el ejercicio ligero, moderado o intenso. Los mecanismos subyacentes asociados con el efecto del ejercicio permanecen poco claros, pero estos efectos agudos deben utilizarse en los programas de abandono del hábito de fumar. La hipótesis general es que el ejercicio actúa a través de la mismas vías neurobiológicas que la nicotina para aliviar los antojos y los síntomas de abstinencia del tabaco que causan la recaída al fumar. 


7."Fumo para estar delgado".

Se ha observado que las personas fumadoras pesan 4-5 kg menos que los no fumadores. Esto es debido a los efectos de la nicotina a nivel del sistema nervioso central. Concretamente, la nicotina actúa sobre unos receptores que se encuentran en el Núcleo Arcuato, activando la producción de Proopiomelanocortina, que actúa inhibiendo el apetito y reduciendo la ingesta calórica. Estos efectos son perseguidos por algunos jóvenes que se inician como fumadores, siendo el "beneficio" infinitamente inferior al daño.
No obstante, esta mecanismo de acción de la nicotina está siendo estudiado por su potencialidad terapéutica en la obesidad.



8.“Al dejar de fumar se engorda mucho”.

Aquellos que dejan de fumar ganan un promedio de 4,5 Kg en los primeros 6-12 meses. Esto no es debido a que dejar de fumar engorde, sino que las personas que están en deshabituación tabáquica tienden a calmar el síndrome de abstinencia con un aumento de ingesta, concretamente alimentos grasos y azucarados. Esto se debe a que los alimentos ricos en grasa y azúcar activan circuitos de recompensa en el cerebro similares a los activados por la nicotina. La abstinencia de nicotina produce un umbral de recompensa elevado, lo que significa que se requiere mayor cantidad de reforzadores típicos, como esos alimentos calóricos.
Ello se traduce en el aumento promedio de la ingesta calórica (227 calorías/día) en sujetos que han dejado de fumar, lo que podría explicar el 69% de la ganancia de peso observada a los 3 meses. 


9. “Perjudica más la contaminación que el tabaco”.

No está muy clara la relación entre la contaminación y el aumento de la patología pulmonar, pero sí que hay evidencia de que los fumadores tienen muchas más enfermedades cardiovasculares y pulmonares que el resto de la población.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. Está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades (de las cuales 10 son diferentes tipos de cáncer) y es la principal causa de buena parte de muertes por cáncer de pulmón y de más del 50% de las enfermedades cardiovasculares.
En España cada año mueren más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, más que por los accidentes de tráfico y el consumo de drogas ilegales juntos.

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