GOLPE DE CALOR ¿Cómo se produce? ¿Es mortal? ¿Deja secuelas? ¿Cómo tratarlo y prevenirlo?.....
Se trata de una situación de hipertermia no compensada en la que fallan los mecanismos reguladores y se alcanza una temperatura corporal de 40 ºC, provocando un fallo multiorgánico variable en función de la presentación y la severidad.
Atendiendo al mecanismo fisiopatológico cabe mencionar la toxicidad térmica directa por pérdida de la estabilidad de membranas celulares y daño mitocondrial, además de acidosis metabólica y deshidratación.
Distinguimos dos formas atendiendo a la presentación clínica:
1. Activa: Suelen padecerla personas jóvenes ante la práctica de ejercicio físico de alta intensidad con temperaturas elevadas y humedad. Es característico que estos pacientes tengan una sudoración profusa. Se presenta con alteración de la conciencia, del comportamiento y convulsiones, que provocan daño muscular y fracaso renal por mioglobinuria.
2. Pasiva: Es típica de sujetos de edad avanzada con una patología de base y que tienen alterados los mecanismos reguladores térmicos. Es característico que estos pacientes tengan la piel seca y no suden, lo cual puede confundir el diagnóstico. Cursa inicialmente con letargo, debilidad, náuseas, agravamiento de la patología de base y acaban con los síntomas generales anteriormente descritos
Tanto una forma de presentación como la otra puede llegar a ser MORTAL hasta en el 70% de los casos, si se demora el tratamiento.
SECUELAS: Son dependientes del grado de afectación orgánica, por tanto existe gran variabilidad, destacando por ejemplo la persistencia de debilidad cuando el daño muscular ha sido importante. Generalmente, las manifestaciones neurológicas se resuelven por completo tras la estabilización térmica. Otros órganos como hígado y riñón también suelen recuperar su funcionalidad con el paso de los días.
PREVENCIÓN:
- Correcta hidratación (2-3 litros de líquido por día)
- Aumentar el aporte de sal en la dieta.
- Evitar el sobreabrigo.
- Ventilación adecuada de las habitaciones.
- Duchas o baños fríos frecuentes.
- Evitar ejercicio intenso en las horas de máximo calor y los días de gran humedad. En caso de coincidir el ejercicio con estas condiciones atmosféricas, se deben ingerir previamente abundantes líquidos salinos (1.5 litros) y durante el esfuerzo, rehidratarse con la misma solución hipotónica salina varias veces cada hora. Tras el ejercicio, se recomiendan bebidas azucaradas para reponer los depósitos de glucógeno hepático.
TRATAMIENTO: Consta de dos fases, la primera para resolver la hipertermia y la segunda orientada a las complicaciones.
1º. Trasladar al paciente a un lugar fresco, retirarle la ropa y aplicarle agua fría o hielo en la superficie corporal. Si el paciente está consciente, se debe iniciar la hidratación oral y llevarlo a un centro sanitario cuanto antes, donde se le hará el tratamiento completo con medidas como enfriamiento por evaporación o enfriamiento externo directo, rehidratación, monitorización...
2º. Respecto al tratamiento de las complicaciones este suele ir dirigido a las arritmias, acidosis metabólica y fallo cardíaco, prestando especial interés al control de la diuresis y al perfil de coagulación por el riesgo de Coagulación Intravascular Diseminada.
Distinguimos dos formas atendiendo a la presentación clínica:
1. Activa: Suelen padecerla personas jóvenes ante la práctica de ejercicio físico de alta intensidad con temperaturas elevadas y humedad. Es característico que estos pacientes tengan una sudoración profusa. Se presenta con alteración de la conciencia, del comportamiento y convulsiones, que provocan daño muscular y fracaso renal por mioglobinuria.
2. Pasiva: Es típica de sujetos de edad avanzada con una patología de base y que tienen alterados los mecanismos reguladores térmicos. Es característico que estos pacientes tengan la piel seca y no suden, lo cual puede confundir el diagnóstico. Cursa inicialmente con letargo, debilidad, náuseas, agravamiento de la patología de base y acaban con los síntomas generales anteriormente descritos
Tanto una forma de presentación como la otra puede llegar a ser MORTAL hasta en el 70% de los casos, si se demora el tratamiento.
SECUELAS: Son dependientes del grado de afectación orgánica, por tanto existe gran variabilidad, destacando por ejemplo la persistencia de debilidad cuando el daño muscular ha sido importante. Generalmente, las manifestaciones neurológicas se resuelven por completo tras la estabilización térmica. Otros órganos como hígado y riñón también suelen recuperar su funcionalidad con el paso de los días.
PREVENCIÓN:
- Correcta hidratación (2-3 litros de líquido por día)
- Aumentar el aporte de sal en la dieta.
- Evitar el sobreabrigo.
- Ventilación adecuada de las habitaciones.
- Duchas o baños fríos frecuentes.
- Evitar ejercicio intenso en las horas de máximo calor y los días de gran humedad. En caso de coincidir el ejercicio con estas condiciones atmosféricas, se deben ingerir previamente abundantes líquidos salinos (1.5 litros) y durante el esfuerzo, rehidratarse con la misma solución hipotónica salina varias veces cada hora. Tras el ejercicio, se recomiendan bebidas azucaradas para reponer los depósitos de glucógeno hepático.
TRATAMIENTO: Consta de dos fases, la primera para resolver la hipertermia y la segunda orientada a las complicaciones.
1º. Trasladar al paciente a un lugar fresco, retirarle la ropa y aplicarle agua fría o hielo en la superficie corporal. Si el paciente está consciente, se debe iniciar la hidratación oral y llevarlo a un centro sanitario cuanto antes, donde se le hará el tratamiento completo con medidas como enfriamiento por evaporación o enfriamiento externo directo, rehidratación, monitorización...
2º. Respecto al tratamiento de las complicaciones este suele ir dirigido a las arritmias, acidosis metabólica y fallo cardíaco, prestando especial interés al control de la diuresis y al perfil de coagulación por el riesgo de Coagulación Intravascular Diseminada.
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