¿QUÉ ES EL FLATO?
¿POR QUÉ SE PRODUCE? ¿CÓMO PREVENIRLO?......
FLATO es el
nombre con el que se conoce coloquialmente al Dolor Abdominal Transitorio provocado por el ejercicio físico.
Dicho dolor no tiene unas características comunes que se repitan en todos los
individuos por igual, sino que tiene una localización e intensidad variable en
función del sujeto.
Su frecuencia de aparición también es variable, habiéndose
demostrado en estudios que tiene una mayor incidencia en personas con cifosis y
ciertas características ortoestáticas, por lo que se ha establecido una posible
relación entre Flato, inervación toraco-abdominal y alineación corporal. También
tiene mayor incidencia en personas jóvenes independientemente del sexo, dato
que se atribuye a la capacidad de adaptación que ocurre con la edad.
¿ES MÁS FRECUENTE EN
PERSONAS NO ENTRENADAS? El nivel de entrenamiento se asociada con una menor
frecuencia de aparición, pero no con una menor incidencia ni con una menor
intensidad.
¿POR QUÉ SE PRODUCE? Aunque
la RAE define al Flato como la acumulación molesta de gases en el tubo
digestivo, lo cierto es que no está clara su etiología habiéndose propuesto
distintas hipótesis que lo justifiquen:
1.
Isquemia Diafragmática: según esta hipótesis, durante el
ejercicio físico se produciría una disminución en el flujo sanguíneo hacia el
diafragma, músculo inspiratorio cuya hipoxia provocaría dicho dolor.
2.
Calambre Muscular: se basa en la mejoría que
experimentan algunos sujetos al estirar la zona afecta y a la distribución
variable del dolor abdominal, datos que podrían atribuirse a una posible
localización muscular.
3.
Estado Postprandial: existe un amplio consenso sobre la
repercusión que tiene la ingesta de líquidos o sólidos antes o durante el
ejercicio físico, particularmente bebidas hipertónicas. Esto provocaría un
aumento de la masa gástrica que se traduciría en incremento de la tensión que
soportan los ligamentos viscerales y en un incremento de la presión a nivel del
peritoneo parietal.
4.
Tensión Ligamentosa Diafragmática: el Flato se presenta con gran
frecuencia en aquellos deportes en los que predominan los movimientos
repetitivos del torso, sobre todo en aquellos que implican traslación vertical
(ejemplo: equitación, carrera…). Por ello se especula su origen en la tensión
que sufren los ligamentos que se extienden desde el diafragma hasta la zona
abdominal.
5.
Irritación Peritoneal: además de las causas anteriores, el Flato
se relaciona con una irritación peritoneal fruto del rozamiento entre peritoneo
parietal (capa serosa que reviste internamente el abdomen) y peritoneo visceral
(capa serosa que recubre los órganos).
6.
Sobrecarga Diafragmática: durante la práctica de ejercicio físico
el diafragma debe ocuparse del incremento en la demanda respiratoria que
provoca la misma, por lo que llegaría un momento en el que este músculo no
sería capaz de afrontar con eficacia todas las funciones para las que es
requerido, y se sobrecargaría.
¿CÓMO PREVENIRLO?
- Modificación del patrón respiratorio: el realizar inspiraciones profundas o respiración abdominal son maniobras que
mejoran el Dolor Abdominal Transitorio, cuando este se haya manifestado.
- Movilización de la zona abdominal: estirar la zona afectada, realizar
flexiones profundas del tronco, aplicar prensión manual sobre la zona, o tratar
de incrementar la tensión de la musculatura abdominal mediante contracciones
máximas voluntarias, parecen ser las soluciones más eficaces empleadas por los
deportistas cuando el Flato se presenta.
- Control dietético: evitar comer sólidos o líquidos,
sobre todo hipertónicos, en el momento inmediato a la práctica de ejercicio
físico. Realizar ingestas con la antelación suficiente (al menos 1-2h).
- Manipulación torácica y espinal: en aquellos casos en los que se
sospeche que tanto la alteración de la ortoestática postural como la excesiva
tonicidad muscular pueden causar DAT, un abordaje fisioterápico, basado en
técnicas de manipulación torácica y de movilización y estiramiento de la
musculatura vertebral y abdominal (especialmente del psoas-ilíaco y del
cuadrado lumbar), podrían reducir significativamente el impacto que esta
dolencia tiene en el deportista.